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SABADO 2 DE OCTUBRE DE 2010
MEDITACION 47
Los Tiempos o modos de hacer elección: (EE.175-177)
Se llaman “Tiempos” o “Modos” de Elección a las modalidades que se usan para realizar una buena elección. Vamos a describir estos “Modos”
1. Primer Modo: Cuando veo una de las alternativas como la indicada y lo veo sin que me entre ningún tipo de dudas.
2. Segundo Modo: Cuando siento movimientos internos como son consolaciones y desolaciones que me permiten ir encontrando lo que es de Dios y lo que no es de Dios. Se entiende por “consolación” a un estado de paz interior, de gusto interno. Se entiende por “desolación” a un estado de intranquilidad, de disgusto interior.
3. Tercer Modo: Cuando no siento consolaciones ni desolaciones sino que estoy en un tiempo tranquilo lo cual significa que tengo que hacer una elección de tipo más racional y fría. En este caso puedo usar dos recursos:
- El método de los "pros y contras" (método deliberativo) o
- El método intuitivo
El método de los pros y los contras: Pasos
1. Aclarar bien las dos alternativas entre las que voy a escoger una.
2. Pido ayuda, asistencia, gracias al Señor para que me acompañe en este momento.
3. Hago una toma de conciencia sobre el Principio y Fundamento: Para qué he sido criado: Para en todo amar y servir a Dios nuestro Señor. Con esto trataré de hallarme indiferente, sin afección alguna desordenada. De manera que no esté más inclinado a una cosa que a otra. Solo buscando seguir aquello que sienta que expresa lo que Dios quiere.
4. Pienso en una de las alternativas y escribo dos columnas: una de los pros y otra de los contra.
Para elaborar estos pros y contras puede ser útil el ponderar las alternativas desde varios ángulos:
- Desde mi sensibilidad: ¿Me gusta? ¿Me cuesta?
¿Soportaría los inconvenientes de esta decisión? ¿Cuánto me alientan las bondades de esta decisión?
- ¿Desde mi cuerpo: cuánto puedo? ¿Soy apto para esto? ¿Soy fuerte? ¿Soy débil?
- ¿Desde mi inteligencia: es coherente con mi manera de ver las cosas? ¿Lo considero válido? ¿Tiene sentido?
- Desde mi voluntad: ¿lo quiero? ¿Me atrae poco o mucho? ¿Me siento libre?
- Desde mi ser más profundo: ¿cualifica mi persona y mi vida más? ¿tiene relación con algo profundo en mí?
- Desde mi conciencia: ¿me deja tranquilo? ¿me da paz esta decisión?
- Desde la realidad: ¿es respuesta a los problemas serios del mundo? ¿es respuesta al problema de los empobrecidos? ¿Me pone más en la opción de los pobres? ¿me encarna más en el acontecer histórico ?
- Desde la historia de mis ideales: ¿satisface a mis aspiraciones profundas?
- Desde la historia que Jesús ha venido haciendo en mí: ¿esto está en continuidad con esa historia? ¿Significa una profundización de ella? ¿Una negación?, ¿un avance?
5. Pienso en la otra alternativa y escribo dos columnas: una de los pros y otra de los contra.
Ayudándome de los mismos argumentos anteriores.
6. Para los pros y los contras trato de buscar razones sinceras y serias, no engañosas y torcidas.
7. Después de una o varias lecturas me pregunto: Hacia dónde se inclina más la razón. Razón no es lo mismo que sensualidad, o capricho, o conveniencia. Selecciono.
8. Trato de formular bien la alternativa seleccionada. Pienso y medito.
9. La cotejo con alguna persona de autoridad.
10. Ofrezco al Señor mi selección.
11. Le pido al Señor confirmación. (Por medio de consolación y desolaciones.)
El método intuitivo: (EE. 184-187)
Es una especie de chequeo que se usa antes de pedir la confirmación.
Es bueno aplicarla sobre la alternativa que se escogió por el método de los pros y contra para clarificar.
1. Preguntarme si lo que he elegido viene del amor de Dios o de alguna otra motivación menos pura (miedo, cobardía, comodidad, presión externa, etc.). EE.184
2. Ponerme en lugar de que estoy aconsejando a otra persona (con quien no me une afecto ni relación ninguna) que estuviera en mi misma situación y juzgar sobre la elección. EE.185
3. Imaginarme el momento de mi muerte y me pregunto si estoy satisfecho con la elección
4. Imaginarme que estoy en el juicio final y me pregunto si estoy satisfecho con la elección
La confirmación:
- Es la paz, tranquilidad, alegría, fortaleza, quietud, ánimo que debe llegar desde una sensación de que el proceso, o sea la forma como he llevado la elección ha sido buena, honesta, sincera, generosa, disponible.
- A partir de estonces ya esto no se cuestiona ni se modifica más: esta es la "razón" por la que Dios me elige y esto tiene que tener mucho peso en adelante.
Miguel Matos s.j
0416.452.48.57
curamiguelmatos@gmail.com
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