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jueves, 7 de octubre de 2010

MEDITACION 52

EJERCICIOS ESPIRITUALES IGNACIANOS EN LA VIDA DIARIA VIA INTERNET
SEGUIR A JESÚS DE NAZARET
JUEVES 7 DE OCTUBRE  DE 2010
MEDITACION 52
PRIMEROS COMENTARIOS LAS TRES MANERAS DE AMISTAD

Condiciones del discernimiento: Banderas, Binarios, Maneras de Amistad.
Uno de los signos de la recuperación de  los Ejercicios hoy es la importancia y revaloración que se ha dado a las tres meditaciones que tradicionalmente se hacían en la así llamada «jornada ignaciana», frecuentemente pasando muy a la ligera sobre estos tres tests o exámenes previos a la consideración de estados de vida.      
 Sin suspender la contemplación de los diversos misterios de la vida de Jesús, en quien se nos revela la voluntad del Padre, bajo la conducción del Espíritu; y antes de  trabajar en la elección o en la reforma y reordenación de la propia vida, San Ignacio pide al ejercitante que comience a disponerse para hacer una sana y buena elección. Para poder discernir el objeto de su elección, debe ponerse previamente en la tarea de descubrir sus propias condiciones para discernir, con el objeto de evitar los riesgos de falsos discernimientos.
Y ante todo, purificar los criterios del seguimiento de Jesús. La meditación de Dos Banderas tiene por objeto afinar la opción del llamamiento de Jesús. ¿Cuál es el Cristo de mi seguimiento? ¿Es el Cristo pobre y humilde del Evangelio o he forjado mi propia imagen de Cristo con criterios que me propone el mundo? La petición de esta meditación suplica conocimiento de los engaños del «enemigo de natura humana» y de la «vida verdadera» que ofrece el sumo y verdadero capitán, Cristo Jesús. El riesgo de seguir otro Cristo, otro Evangelio, acomodado a criterios mundanos, pervierte todo auténtico discernimiento del llamamiento del Jesús a quien pretendo seguir y servir.

El anterior P. General, o autoridad superior de la Compañía de Jesús, P. Peter-Hans Kolvenbach, formulaba sobre este punto una pregunta muy contundente: «La irrupción del pobre en la Iglesia interpela a la Compañía de Jesús para seguir las huellas de Cristo que predicó la Buena Noticia a los pobres, empezando por ser pobre El mismo (CG 32 d.2, n.28).
Son, sobre todo, las cartas que provienen de países donde la miseria y la injusticia son más flagrantes, las que se interrogan sobre el rostro de Cristo contemplado en nuestra oración personal. ¿Es realmente el Cristo entero? ¿No será nuestra oración la del «segundo binario» (EE. 154), que busca siempre conciliar el rostro de Cristo con las cosas que no quiere dejar, «de manera que allí venga Dios donde él quiere»?

Solo cuando la contemplación nos identifica con Cristo pobre, que se ha identificado a Sí mismo con los más desprovistos, se realizan las opciones necesarias en nuestro modo y nuestro estilo de vida, en nuestras solidaridades y nuestras preferencias apostólicas (CG 32 d.4, nn.46-47». Ya SanPablo había lanzado la misma pregunta apremiante a los cristianos de Corinto: «¡Ojalá pudieran soportar un poco mi necedad! ¡Sí que me la soportan!...temo que al igual que la serpiente engañó a Eva con su astucia, se perviertan sus mentes apartándose de la sinceridad con Cristo. Pues, cualquiera que se presenta predicando otro Jesús del que les prediqué, y les proponga recibir un Espíritu diferente del que recibieron, y un Evangelio diferente del que abrazaron, ¡lo toleran tan tranquilos!...examínense ustedes mismos si están en la fe. Pruébense a ustedes mismos. ¿No reconocen que Jesucristo está en ustedes? ¡A ver si es que no pasan el examen! (2Cor 13)».
Con el examen de la meditación de Tres Binarios o tres clases de hombres, me pregunto sobre la libertad frente a posibles afectos desordenados que me impiden ir a donde Dios me llama y me conducen a traer a Dios a «mi propio amor, querer e interés». Si no he alcanzado la libertad del tercer binario, no deberé dar un paso adelante en el discernimiento, advierte claramente Ignacio.
La consideración de los Tres grados o tres maneras de amistad mide la temperatura del amor con que me dispongo a discernir. ¿Qué amor me mueve: el amor que desciende de arriba, del amor de Dios? También advierte Ignacio que «quien no está en la indiferencia del 2º grado [de la segunda manera de amistad, EE. 166], no está para ponerse en elecciones, y es mejor entretenerle en otros ejercicios hasta que venga a ella».
Para cada una de estas meditaciones se recomiendan los tres coloquios a nuestra Señora, al Hijo y al Padre, que suplican alcanzar las condiciones necesarias para desear y buscar la voluntad de Dios en la manera de  imitar y seguir mejor a Jesús pobre y humilde y de servirle bajo el estandarte de la cruz (Ver EE.147,156, 168).

Comentarios tomados de artículos contenidos en la siguiente web: http://dltfinancial.com/Documents/ee/Los%20EE%20redescubrir,%20Arrupe.doc.

¡Hasta mañana!

Miguel Matos s.j
0416.452.48.57                           
curamiguelmatos@gmail.com

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