EJERCICIOS ESPIRITUALES IGNACIANOS EN LA VIDA DIARIA VIA INTERNET
CONSIDERACIONES SOBRE EL CONFLICTO DEL SER HUMANO CON SU DIOS
MIERCOLES 8 DE SEPTIEMBRE DE 2010
MEDITACIÓN 23
MEDITACIÓN 23
Para aprender la forma como nuestro Dios se comporta con nosotros cuando hemos pecado, la primerísima y definitiva fuente de enseñanza son los evangelios, ver la forma como él se portó con el y la pecadora. Los enfoques que difieren del ejemplo de Jesús, son, por lo menos, peligrosos en una materia tan delicada.
Para muestra hay decenas de “botones” en los evangelios. Vamos a conformarnos por este momento con el encuentro entre Jesús y la mujer adúltera (Juan 8, 1 -11).
Para entender mejor lo inédito, lo sorprendente, lo original del comportamiento de Jesús, vamos a comparar lo que llamaríamos el comportamiento formal de una persona común frente una persona “pecadora” y el comportamiento real de Jesús de Nazaret.
1.- Primer momento:
El encuentro:
Comportamiento formal: la acusación soberbia y desencarnada.”Según la ley de Moisés debe morir”
Comportamiento de Jesús: se inclina silencioso
2.- Segundo momento:
La condena
Comportamiento formal: se insiste en que se castigue a la pecadora. No se puede tolerar eso.
3.- Tercer momento:
La sinceración
Comportamiento formal: huida sigilosa y cobarde
Comportamiento de Jesús: “yo tampoco te condeno”.”Vete y no peques más”
¿Mucho parecido con las cosas que se conocen a lo largo de la historia en nuestros ambientes…”cristianos”…?
No hay que referirse solo a la experiencia de la confesión sacramental católica sino también a tantas otras experiencias de perdón que nos brinda algunas veces la vida. En ellas también podríamos comparar:
Comportamientos formales: acusaciones agresivas, irrespeto, acopio de pruebas infamantes, exigencia de castigo, ocultamiento conciente o inconciente de los propios pecados, condena sumaria, penitencias.
Comportamiento de Jesús: compasión, respeto, búsqueda de atenuantes, ningún interés por escrutar ni averiguar, orientación positiva pensando en el futuro, no condena, no alusión a penitencias.
Bueno, ahora sí que cae mejor aquello de
¡Buen provecho…!
Para muestra hay decenas de “botones” en los evangelios. Vamos a conformarnos por este momento con el encuentro entre Jesús y la mujer adúltera (Juan 8, 1 -11).
Para entender mejor lo inédito, lo sorprendente, lo original del comportamiento de Jesús, vamos a comparar lo que llamaríamos el comportamiento formal de una persona común frente una persona “pecadora” y el comportamiento real de Jesús de Nazaret.
1.- Primer momento:
El encuentro:
Comportamiento formal: la acusación soberbia y desencarnada.”Según la ley de Moisés debe morir”
La condena
Comportamiento formal: se insiste en que se castigue a la pecadora. No se puede tolerar eso.
Comportamiento de Jesús: reta a los acusadores. “el que no tenga pecado, que lance la piedra…”
La sinceración
Comportamiento formal: huida sigilosa y cobarde
No hay que referirse solo a la experiencia de la confesión sacramental católica sino también a tantas otras experiencias de perdón que nos brinda algunas veces la vida. En ellas también podríamos comparar:
Comportamientos formales: acusaciones agresivas, irrespeto, acopio de pruebas infamantes, exigencia de castigo, ocultamiento conciente o inconciente de los propios pecados, condena sumaria, penitencias.
Comportamiento de Jesús: compasión, respeto, búsqueda de atenuantes, ningún interés por escrutar ni averiguar, orientación positiva pensando en el futuro, no condena, no alusión a penitencias.
Bueno, ahora sí que cae mejor aquello de
¡Buen provecho…!
Miguel Matos s.j
0416.452.48.57
curamiguelmatos@gmail.com
LA REFLEXION DE HOY ME LLEVA A PENSAR CUAN A MENUDO DE FORMA INCONCIENTE Y MUCHAS VECES CONCIENTE OCULTO MIS PECADOS CAMUFLAJEADOS EN UN CONOCIMIENTO, O PARA HACER EL BIEN...A VECES QUERIENDO HACER EL BIEN DOY FRANCAZOS FUERTES A LA GENTE CERCANA...YAJAIRA...REFLEXIONANDO
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