EJERCICIOS ESPIRITUALES IGNACIANOS EN LA VIDA DIARIA VIA INTERNET
JUEVES 9 DE SEPTIEMBRE DE 2010
MEDITACIÓN 24
En algunos ambientes cristianos no les gusta hablar demasiado de la misericordia de Dios. Tienen miedo de que apoyados en esa misericordia la gente pierda todo el respeto a la voluntad de Dios y cada uno haga lo que le dé la gana.
Miguel Matos s.j
0416.452.48.57
curamiguelmatos@gmail.com
Esto me recuerda un cuento de Tony de Mello: un señor le viene muy consternado a decir a Tony que está fuertemente deprimido por que la persona en la que más había confiado en su vida, lo acababa de traicionar. Tony con la mayor sinceridad le dice: “se ve que no habías confiado lo suficiente en esa persona…”
La confianza absoluta, el amor absoluto sólo producen amor y confianza absolutos. Esto no es incompatible con los fallos ocasionales, las infidelidades puntuales. Todas ellas síntomas de nuestras fragilidades.
Pero nada es más motivador para amar que el sentirse enteramente amado.
Un episodio bíblico altamente iluminador
Para entender mejor la profundidad de esta parábola vamos a hacer algo parecido a lo anterior. Vamos a oír la parábola contada por una persona convencional y la misma parábola contada por Jesús
La parábola comienza diciendo que había un señor que tenía dos hijos. Un día el más pequeño le dijo que le diera la parte de la hacienda que le correspondía porque se iba de la casa.
Persona convencional: “el padre le dijo, bueno ese es tu derecho, pero ya sabes, si tú pasas esa puerta ya esta no es más tu casa. Porque a ti nunca te ha faltado nada aquí”
Jesús: “entonces el padre con mucha tristeza le dijo: me duele mucho que te vayas, hijo pero es tu derecho. Que Dios te cuide siempre”
Jesús: “entonces el padre con mucha tristeza le dijo: me duele mucho que te vayas, hijo pero es tu derecho. Que Dios te cuide siempre”
Persona convencional: el muchacho se gastó todo el dinero y comenzó a pasar hambre. Entonces decidió regresar a su casa. El padre ya ni se acordaba de él
Jesús: el padre pasaba horas en lo más alto de la casa mirando hacia el camino esperando que el hijo volviera.
Persona convencional: cuando llegó a la casa el papá le dijo que no podía recibirlo porque iba a ser un mal ejemplo para los demás. Además, ya él se había gastado su parte. ¿Cómo iba a quedar él ante toda la familia…?
Jesús: apenas el padre vio que se acercaba, bajó las escaleras corriendo lleno de emoción hacia él. Lo abrazó y lo besaba por el cuello.
Persona convencional: el padre ordenó que le dieran algo de comer, algo de dinero y que lo despidieran para que aprendiera a madurar. El padre se retiró a descansar.
Jesús: el padre ordenó que le dieran ropa nueva, un anillo y que mataran un cordero para celebrar.
Jesús: el padre ordenó que le dieran ropa nueva, un anillo y que mataran un cordero para celebrar.
Persona convencional: entonces llegó el otro hermano que con toda razón enfureció al ver que su padre había recibido al menor con una fiesta.
Jesús: cuando el hermano mayor le reclamó al padre este le dijo con lágrimas de alegría en los ojos. Sí, estoy feliz porque ese hijo mío estaba perdido y ha regresado
Así, herman@s son las cosas entre Jesús y los pecadores…!
Dice una vieja tradición sin mucho peso histórico, que ese hermanito menor, pasados algunos meses, volvió a pedir su parte y se fue. Volvió a arruinarse. Volvió arrepentido a donde su padre y este…lo recibió de nuevo…porque…hay que perdonar setenta veces siete…
Bueno, muy buen provecho…!
Miguel Matos s.j
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curamiguelmatos@gmail.com
Dame Sr. sabiduria para entender tu misericordia en mi corazón, dame sr luz para que despúes de entendida pueda saborearla y humildad para repartirla...yajaira
ResponderEliminarseñor tu lo puedes todo
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